Historia Templo del Placer: 2
Cuando, por fin, les presentaron y estuvieron uno enfrente del otro; él la miro y se enamoró; ella sonrió porque lo supo. Se dio cuenta al momento de que lo que quería tener con él, no lo quería tener con nadie más. Lo maravilloso de esta vida es que todo tu mundo puede cambiar en un solo segundo; con un simple cruce de miradas. Y es que, muchas veces, lo mejor en la vida lo encontramos sin haberlo buscado.
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